9.24.2010

Enseñar a elaborar las pérdidas‏

(Revista Ya, 24 de agosto 2010)

"Nunca se debe hacer sufrir a un niño, pero si le sucede algo doloroso sería más dañino que reprimiera o negara el dolor".

Por Neva Milicic, sicóloga

En la infancia, toda pérdida, por pequeña que les parezca a los adultos, es para los niños un proceso doloroso, que produce una reacción emocional de mucha pena y un sufrimiento real.

Los niños experimentan como pérdidas las siguientes situaciones, entre otras: el alejamiento de sus amigos, la separación de sus padres, una baja en su rendimiento escolar, las enfermedades y por supuesto los procesos que se relacionan con la muerte de personas queridas y cercanas. Enseñarles a elaborar las pérdidas es una tarea de desarrollo ineludible.

Para poder elaborar las pérdidas, un niño requiere utilizar todos sus recursos emocionales y cognitivos y del afecto y apoyo emocional de sus personas más significativas, las que deben estar cercanas y disponibles para escucharlos. Aprender a elaborar las pérdidas en la infancia los prepara para enfrentar los duelos mayores que el existir supone durante la adolescencia y la vida adulta.

Cuando hay una pérdida importante se produce un compromiso global, se afectan todos los niveles de funcionamiento de la persona. Es frecuente que los niños se sientan faltos de energía y débiles, presenten alteraciones del sueño, disminución del apetito y en ocasiones bajas en el sistema inmunológico. En el aspecto emocional, además de la tristeza, se presenta desinterés por muchas cosas. A menudo se ponen altamente irritables y muchas veces también hay sentimientos de culpa. Los procesos de pérdida también afectan su sociabilidad. Muchas veces quieren estar solos, se aíslan, otras veces se apegan excesivamente a sus personas significativas. No es raro que se pongan autorreferentes al no saber aún contener sus emociones. En el plano intelectual, les cuesta concentrarse y su capacidad de organización se ve disminuida, así como su productividad.

A veces, los adultos intentan minimizar y distraer a los niños de la legítima pena que están sintiendo, lo que es una mala estrategia. Esta conducta parental es comprensible, porque es muy doloroso ver sufrir a un hijo, pero puede llevar al niño afectado a ocultar sus sentimientos o a disociarse. Por eso, es mejor decir "siento mucho que se haya muerto tu perrito y debes estar pasándolo muy mal" que tratar de minimizar la pena y ofrecer comprarle otro. El niño tiene vínculos afectivos que no deben ser sustituidos inmediatamente. Nunca se debe hacer sufrir a un niño, pero si le sucede algo doloroso sería más dañino que reprimiera o negara el dolor. Es mejor que aprenda a elaborar sus pérdidas, conversándolo con personas significativas. Así aprenderá a pedir y dar soporte emocional en situaciones dolorosas.

Un mal colegio disminuye el coeficiente intelectual de los alumnos

(elmercurio.cl, 8 septiembre)‏

Estudio de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica:
Un mal colegio disminuye el coeficiente intelectual de los alumnos

Así lo demuestra la investigación longitudinal a cargo del docente Ricardo Rosas. Para el especialista, la mala educación es la única responsable.

Marisol Olivares A.

La escuela influye en el desarrollo de la inteligencia. Al menos así lo han publicado diversos estudios que sostienen que la instrucción formal, el estímulo y mantener a los niños bajo una exigencia que los haga pensar constantemente, hace que éstos aumenten su capacidad intelectual y que ese logro se mantenga en el tiempo.
Una mala educación, en cambio, hace todo lo contrario. Una escuela que no estimula a sus estudiantes, que deja fuera del aula a los "malos alumnos" y no incentiva la capacidad lectora de los niños, puede hacer que el coeficiente intelectual (CI) de los alumnos disminuya con el tiempo.
A esa conclusión llegó el equipo liderado por Ricardo Rosas, director del Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica, luego de seguir durante dos años a un grupo de 89 niños de dos escuelas básicas de Peñalolén.

Educación excluyente

Jorge Manzi, psicólogo especialista en educación de Mide UC, describe el CI como "la capacidad actualizada de la inteligencia que se mide en base a la experiencia". Entonces, la escuela ayuda a crear niños inteligentes por la vía de la enseñanza y oportunidades que entrega a sus alumnos. La noción de inteligencia de una escuela se puede centrar, por ejemplo, en la información, entonces ésta se enfocará en entregar capacidad para reproducir y estimular la memoria. Otros la entienden como creatividad y proponen combinar los conocimientos de formas novedosas. El trabajar en grupo y relacionarse con los compañeros también suma puntos al test de CI. Todas estas destrezas promovidas por el colegio van a repercutir en la medición de la inteligencia.
Para la investigación de la UC se seleccionaron estudiantes de entre 6 y 9 años de dos escuelas diferentes, de sectores vulnerables, con dificultades lectoras y con un promedio en la prueba Simce de entre 244 y 245 puntos.

A los alumnos, todos con un promedio de CI de 90, se les realizó un examen para medir sus capacidades lectoras y luego, al cabo de un año de seguimiento, se les repitió el examen.
Los datos mostraron que los alumnos de una de las escuelas habían subido levemente su coeficiente intelectual y mejorado su capacidad lectora. Los otros, en cambio, seguían presentando problemas en comprensión de lectura y al leer en voz alta lo hacían de manera poco fluida. La prueba de fuego, el test de coeficiente intelectual, demostró que su inteligencia bajó desde 90 a 82,5 puntos. Además, disminuyeron sus habilidades sociales y cognitivas para resolver problemas.

Una mala educación

Ricardo Rosas concluye que el responsable de la baja del coeficiente intelectual en los niños fue la mala calidad de la escuela. Dice, el rol del director fue clave en el retroceso: no entregó asesoría psicopedagógica a los estudiantes que tenían malas calificaciones, sino que propuso que se cambiaran de colegio.En el establecimiento donde se logró subir el CI, el director tenía un proyecto integrador, con apoyo psicopedagógico y reforzamiento para los con peores resultados.
La baja de coeficiente intelectual también repercute en el desempeño de los alumnos en pruebas estandarizadas. El colegio donde bajó el CI de los niños bajó nueve puntos sus resultados en el Simce. La otra escuela, en cambio, subió dos puntos."Este tema se soluciona de tres formas: primero, cambiando al director. Luego entregando una asesoría psicopedagógica a los alumnos con problemas e implementando un nuevo programa en matemáticas y lenguaje, de manera que no sigan bajando el puntaje del Simce".
Ricardo Rosas, Director Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión.

Lo que mide el test de CI La inteligencia cristalizada: Es la que se obtiene por la influencia del colegio. Mide conocimientos e información. A modo de ejemplo: ¿cómo se devuelve el oxígeno al aire?, ¿Quién fue Charles Darwin?La inteligencia fluida: Consiste en una prueba donde con cubos de diferentes colores deben recrear las figuras que aparecen en las láminas. Es un tipo de inteligencia más abstracta.

9.14.2010

POSTULEMOS A MA. ANGÉLICA KOTLIARENCO AL PREMIO 100 MUJERES LÍDERES


POSTULEMOS A:
MARÍA ANGÉLICA KOTLIARENCO
AL PREMIO…
100 MUJERES LÍDERES
9ªversión
en:


http://mujeresempresarias.cl/home/mailing100_lideres/form_entresocias.php
(¡ojo! primero van los datos de quien la postula, o sea Ud.)

luego busque...

Categoría Servicio Social o Servicio Público

y complete con los siguientes datos:
María Angélica
Kotliarenco Azerman
Directora Ejecutiva
CEANIM
makconsultora@yahoo.com
6330514


¡¡VAMOS MAK QUE SE PUEDE!! ¡¡Y SE LO MERECE!!

(Puede postularla “toda persona natural que desee participar”,
Sus hijos, hermanos, padres, todos los que tengan RUT)

9.10.2010

Prácticas pedagógicas que mejoran el Simce: más visitas a la biblioteca y juegos entre alumnos

Incentivar el contacto con los libros, hacer a los niños exponer frente a la clase y asegurarse de que entiendan los contenidos son algunas de las actividades que regularmente hacen los profesores más efectivos, según reveló una investigación chilena.
por Luna Rosenmann - 30/08/2010 - 15:30

La importancia del desempeño del profesor en el aula es un factor que ya nadie discute. Un estudio dice que
un alumno con un buen docente puede avanzar hasta siete puntos en el Simce.
P
ero es primera vez en Chile que se compara este efecto entre alumnos similares en términos de ingreso familiar, tipo de colegio y nivel educacional de sus padres con el fin de determinar qué tipo de profesores y prácticas son las que más resultados tienen en sus alumnos. Tras analizar los resultados en la prueba Simce de lenguaje y matemáticas, entre alumnos de cuarto básico, los economistas Andrea Repetto, de la Universidad Adolfo Ibáñez; y Alejandra Mizala y Bernardo Lara, de la Universidad de Chile, concluyeron que en lenguaje, las prácticas pedagógicas más exitosas son llevar a los niños a la biblioteca, mientras que en matemáticas, lo que más frutos rinde son los juegos o competencias. Entre los profesores que logran mejores resultados en lenguaje, el 82% hace ir a los niños a la biblioteca; mientras que la práctica es seguida sólo por el 70% de los docentes con peores resultados. “Cuando los niños leen más, generan más capacidad de entendimiento, aprenden más vocabulario y se les expande la imaginación y las capacidades del aprendizaje”, dice Repetto.
Otra práctica que da resultados es motivar a los niños a hacer presentaciones. El 90% de los profesores con logros relevantes hace que los niños expongan, versus el 81% de los docentes que logran peores resultados.
En matemáticas, el 90% de los docentes efectivos hace juegos o competencias entre sus alumnos, pero sólo el 83% de los maestros de malos resultados lo practica. Una práctica tan simple como chequear que los niños hayan entendido la materia también tiene impactos. El 83% de los docentes efectivos practica esta rutina, versus el 77% de los docentes de malos resultados.
El estudio también analizó qué factores propios de los docentes afectaban los puntajes Simce. Uno de ellos es el género en relación a la materia que se enseña. En el caso de una profesora, los niños obtienen cinco puntos más en lenguaje y tres en matemática.
También sus resultados crecen un punto en lenguaje y matemática si el alumno es del mismo género que el profesor.
En colegios donde existe sólo un cuarto básico, por lo que no se puede separar a los alumnos según su capacidad, el hecho de que el profesor posea un título, aumenta siete puntos el resultado en matemática de sus alumnos. “A la persona que estudió educación le enseñaron cómo hacer clases y eso podría estar siendo reflejado aquí”, explica Repetto.
(latercera.cl)‏