9.24.2010

Enseñar a elaborar las pérdidas‏

(Revista Ya, 24 de agosto 2010)

"Nunca se debe hacer sufrir a un niño, pero si le sucede algo doloroso sería más dañino que reprimiera o negara el dolor".

Por Neva Milicic, sicóloga

En la infancia, toda pérdida, por pequeña que les parezca a los adultos, es para los niños un proceso doloroso, que produce una reacción emocional de mucha pena y un sufrimiento real.

Los niños experimentan como pérdidas las siguientes situaciones, entre otras: el alejamiento de sus amigos, la separación de sus padres, una baja en su rendimiento escolar, las enfermedades y por supuesto los procesos que se relacionan con la muerte de personas queridas y cercanas. Enseñarles a elaborar las pérdidas es una tarea de desarrollo ineludible.

Para poder elaborar las pérdidas, un niño requiere utilizar todos sus recursos emocionales y cognitivos y del afecto y apoyo emocional de sus personas más significativas, las que deben estar cercanas y disponibles para escucharlos. Aprender a elaborar las pérdidas en la infancia los prepara para enfrentar los duelos mayores que el existir supone durante la adolescencia y la vida adulta.

Cuando hay una pérdida importante se produce un compromiso global, se afectan todos los niveles de funcionamiento de la persona. Es frecuente que los niños se sientan faltos de energía y débiles, presenten alteraciones del sueño, disminución del apetito y en ocasiones bajas en el sistema inmunológico. En el aspecto emocional, además de la tristeza, se presenta desinterés por muchas cosas. A menudo se ponen altamente irritables y muchas veces también hay sentimientos de culpa. Los procesos de pérdida también afectan su sociabilidad. Muchas veces quieren estar solos, se aíslan, otras veces se apegan excesivamente a sus personas significativas. No es raro que se pongan autorreferentes al no saber aún contener sus emociones. En el plano intelectual, les cuesta concentrarse y su capacidad de organización se ve disminuida, así como su productividad.

A veces, los adultos intentan minimizar y distraer a los niños de la legítima pena que están sintiendo, lo que es una mala estrategia. Esta conducta parental es comprensible, porque es muy doloroso ver sufrir a un hijo, pero puede llevar al niño afectado a ocultar sus sentimientos o a disociarse. Por eso, es mejor decir "siento mucho que se haya muerto tu perrito y debes estar pasándolo muy mal" que tratar de minimizar la pena y ofrecer comprarle otro. El niño tiene vínculos afectivos que no deben ser sustituidos inmediatamente. Nunca se debe hacer sufrir a un niño, pero si le sucede algo doloroso sería más dañino que reprimiera o negara el dolor. Es mejor que aprenda a elaborar sus pérdidas, conversándolo con personas significativas. Así aprenderá a pedir y dar soporte emocional en situaciones dolorosas.

Un mal colegio disminuye el coeficiente intelectual de los alumnos

(elmercurio.cl, 8 septiembre)‏

Estudio de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica:
Un mal colegio disminuye el coeficiente intelectual de los alumnos

Así lo demuestra la investigación longitudinal a cargo del docente Ricardo Rosas. Para el especialista, la mala educación es la única responsable.

Marisol Olivares A.

La escuela influye en el desarrollo de la inteligencia. Al menos así lo han publicado diversos estudios que sostienen que la instrucción formal, el estímulo y mantener a los niños bajo una exigencia que los haga pensar constantemente, hace que éstos aumenten su capacidad intelectual y que ese logro se mantenga en el tiempo.
Una mala educación, en cambio, hace todo lo contrario. Una escuela que no estimula a sus estudiantes, que deja fuera del aula a los "malos alumnos" y no incentiva la capacidad lectora de los niños, puede hacer que el coeficiente intelectual (CI) de los alumnos disminuya con el tiempo.
A esa conclusión llegó el equipo liderado por Ricardo Rosas, director del Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión de la Escuela de Psicología de la Universidad Católica, luego de seguir durante dos años a un grupo de 89 niños de dos escuelas básicas de Peñalolén.

Educación excluyente

Jorge Manzi, psicólogo especialista en educación de Mide UC, describe el CI como "la capacidad actualizada de la inteligencia que se mide en base a la experiencia". Entonces, la escuela ayuda a crear niños inteligentes por la vía de la enseñanza y oportunidades que entrega a sus alumnos. La noción de inteligencia de una escuela se puede centrar, por ejemplo, en la información, entonces ésta se enfocará en entregar capacidad para reproducir y estimular la memoria. Otros la entienden como creatividad y proponen combinar los conocimientos de formas novedosas. El trabajar en grupo y relacionarse con los compañeros también suma puntos al test de CI. Todas estas destrezas promovidas por el colegio van a repercutir en la medición de la inteligencia.
Para la investigación de la UC se seleccionaron estudiantes de entre 6 y 9 años de dos escuelas diferentes, de sectores vulnerables, con dificultades lectoras y con un promedio en la prueba Simce de entre 244 y 245 puntos.

A los alumnos, todos con un promedio de CI de 90, se les realizó un examen para medir sus capacidades lectoras y luego, al cabo de un año de seguimiento, se les repitió el examen.
Los datos mostraron que los alumnos de una de las escuelas habían subido levemente su coeficiente intelectual y mejorado su capacidad lectora. Los otros, en cambio, seguían presentando problemas en comprensión de lectura y al leer en voz alta lo hacían de manera poco fluida. La prueba de fuego, el test de coeficiente intelectual, demostró que su inteligencia bajó desde 90 a 82,5 puntos. Además, disminuyeron sus habilidades sociales y cognitivas para resolver problemas.

Una mala educación

Ricardo Rosas concluye que el responsable de la baja del coeficiente intelectual en los niños fue la mala calidad de la escuela. Dice, el rol del director fue clave en el retroceso: no entregó asesoría psicopedagógica a los estudiantes que tenían malas calificaciones, sino que propuso que se cambiaran de colegio.En el establecimiento donde se logró subir el CI, el director tenía un proyecto integrador, con apoyo psicopedagógico y reforzamiento para los con peores resultados.
La baja de coeficiente intelectual también repercute en el desempeño de los alumnos en pruebas estandarizadas. El colegio donde bajó el CI de los niños bajó nueve puntos sus resultados en el Simce. La otra escuela, en cambio, subió dos puntos."Este tema se soluciona de tres formas: primero, cambiando al director. Luego entregando una asesoría psicopedagógica a los alumnos con problemas e implementando un nuevo programa en matemáticas y lenguaje, de manera que no sigan bajando el puntaje del Simce".
Ricardo Rosas, Director Centro de Desarrollo de Tecnologías de Inclusión.

Lo que mide el test de CI La inteligencia cristalizada: Es la que se obtiene por la influencia del colegio. Mide conocimientos e información. A modo de ejemplo: ¿cómo se devuelve el oxígeno al aire?, ¿Quién fue Charles Darwin?La inteligencia fluida: Consiste en una prueba donde con cubos de diferentes colores deben recrear las figuras que aparecen en las láminas. Es un tipo de inteligencia más abstracta.

9.14.2010

POSTULEMOS A MA. ANGÉLICA KOTLIARENCO AL PREMIO 100 MUJERES LÍDERES


POSTULEMOS A:
MARÍA ANGÉLICA KOTLIARENCO
AL PREMIO…
100 MUJERES LÍDERES
9ªversión
en:


http://mujeresempresarias.cl/home/mailing100_lideres/form_entresocias.php
(¡ojo! primero van los datos de quien la postula, o sea Ud.)

luego busque...

Categoría Servicio Social o Servicio Público

y complete con los siguientes datos:
María Angélica
Kotliarenco Azerman
Directora Ejecutiva
CEANIM
makconsultora@yahoo.com
6330514


¡¡VAMOS MAK QUE SE PUEDE!! ¡¡Y SE LO MERECE!!

(Puede postularla “toda persona natural que desee participar”,
Sus hijos, hermanos, padres, todos los que tengan RUT)

9.10.2010

Prácticas pedagógicas que mejoran el Simce: más visitas a la biblioteca y juegos entre alumnos

Incentivar el contacto con los libros, hacer a los niños exponer frente a la clase y asegurarse de que entiendan los contenidos son algunas de las actividades que regularmente hacen los profesores más efectivos, según reveló una investigación chilena.
por Luna Rosenmann - 30/08/2010 - 15:30

La importancia del desempeño del profesor en el aula es un factor que ya nadie discute. Un estudio dice que
un alumno con un buen docente puede avanzar hasta siete puntos en el Simce.
P
ero es primera vez en Chile que se compara este efecto entre alumnos similares en términos de ingreso familiar, tipo de colegio y nivel educacional de sus padres con el fin de determinar qué tipo de profesores y prácticas son las que más resultados tienen en sus alumnos. Tras analizar los resultados en la prueba Simce de lenguaje y matemáticas, entre alumnos de cuarto básico, los economistas Andrea Repetto, de la Universidad Adolfo Ibáñez; y Alejandra Mizala y Bernardo Lara, de la Universidad de Chile, concluyeron que en lenguaje, las prácticas pedagógicas más exitosas son llevar a los niños a la biblioteca, mientras que en matemáticas, lo que más frutos rinde son los juegos o competencias. Entre los profesores que logran mejores resultados en lenguaje, el 82% hace ir a los niños a la biblioteca; mientras que la práctica es seguida sólo por el 70% de los docentes con peores resultados. “Cuando los niños leen más, generan más capacidad de entendimiento, aprenden más vocabulario y se les expande la imaginación y las capacidades del aprendizaje”, dice Repetto.
Otra práctica que da resultados es motivar a los niños a hacer presentaciones. El 90% de los profesores con logros relevantes hace que los niños expongan, versus el 81% de los docentes que logran peores resultados.
En matemáticas, el 90% de los docentes efectivos hace juegos o competencias entre sus alumnos, pero sólo el 83% de los maestros de malos resultados lo practica. Una práctica tan simple como chequear que los niños hayan entendido la materia también tiene impactos. El 83% de los docentes efectivos practica esta rutina, versus el 77% de los docentes de malos resultados.
El estudio también analizó qué factores propios de los docentes afectaban los puntajes Simce. Uno de ellos es el género en relación a la materia que se enseña. En el caso de una profesora, los niños obtienen cinco puntos más en lenguaje y tres en matemática.
También sus resultados crecen un punto en lenguaje y matemática si el alumno es del mismo género que el profesor.
En colegios donde existe sólo un cuarto básico, por lo que no se puede separar a los alumnos según su capacidad, el hecho de que el profesor posea un título, aumenta siete puntos el resultado en matemática de sus alumnos. “A la persona que estudió educación le enseñaron cómo hacer clases y eso podría estar siendo reflejado aquí”, explica Repetto.
(latercera.cl)‏

8.26.2010

1º y 2 de Septiembre, SEMINARIO LA LECTURA DESDE LA CUNA


CEANIM y LECTURA VIVA, con el auspicio de la Universidad Internacional SEK, los invitan a participar en el:


SEMINARIO LA LECTURA DESDE LA CUNA
1º y 2 de Septiembre, 2010
08:45 a 14:00 horas


Auditorium Universidad Internacional SEK,
Fernando Manterola 0789, Providencia.
(metro Salvador, vereda norte).



OBJETIVO GENERAL:
Brindar a los asistentes un cuerpo de conceptos básicos y fundamentales sobre la lectura como contribución al desarrollo de la primera infancia, y estrategias para su aplicación.

RELATORES

Profesional CEANIM

Ma.Angélica Kotliarenco, Psicóloga, Ms.Sc. Investigadora Responsable y Directora Ejecutiva del Centro de Estudios y Atención del Niño y la Mujer (CEANIM). Responsable del proyecto "Centro de Promoción de las Buenas Prácticas en Infancia Temprana: Crecer en Comunidad”, Miembro de Childwatch International. Profesora Adjunta de University of Western Sydney, Australia.

Equipo Profesionales LECTURA VIVA, corporación de fomento de la lectura

Lauren Poupin Berttoni. Enfermera Matrona. Magister en Salud Pública, Universidad de Chile

María Graciela Bautista. Pedagoga, Magister en Promoción de la lectura, Universidad de Alcalá, España.

Aramis Quintero. Licenciado en Lenguas y literatura Hispánica, Universidad de La Habana, Cuba

Isabel Sierralta. Licenciada en literatura. Magister © en Artes Pontificia Universidad Católica de Chile

Soledad Véliz. Psicóloga e Ilustradora Master en Arte en Ilustración de Libros Infantiles. Anglia Ruskin University, Cambridge School of Art. Reino Unido

Delphine Jutier. Bibliotecaria Magister en Literatura Infantil y Juvenil. Universidad
de Maine, Francia.

Sergio Pezoa Bertoni. Antropólogo, Magister © en Ciencias Sociales, Universidad Academia de Humanismo Cristiano.


Profesional Universidad Internacional SEK

Maria de la Luz Cano Reveco. Directora Ciclo Inicial y Jefe de Carrera Pedagogía Ed. Parvularia, Universidad Internacional SEK, sede Providencia.

Sandra Rodríguez O. Educadora de Párvulo de la PUC, Licenciada en Educación con Postítulo en Psicopedagogía, Universidad Educares y Magister en Educación Diferencial con mención trastornas de la comunicación, audición y lenguaje, Universidad Mayor.

PROGRAMA


PRIMER DIA 1º de Septiembre, 2010

Articulación de lectura y escritura en el ciclo inicial.
Sandra Rodríguez O.
Importancia de la lectura desde la cuna en el desarrollo cognitivo y socioemocial de los niños.
Ma. Angélica Kotliarenco
Lectura poética (primera infancia)
Aramis Quintero
¿Qué es la lectura?
Sergio Pezoa Bertoni
Desde el vientre materno
Lauren Poupin Berttoni
CAFÉ
Mesa redonda: 3 experiencias de lectura para la infancia
- Proyecto la lectura en la primera infancia – Junta Nacional de Jardines Infantiles. Sergio Pezoa
- Proyecto Palabras que Acompañan. Isabel Sierralta
- La lectura desde la cuna. María Graciela Bautista
Preguntas y comentarios

SEGUNDO DIA 2 de Septiembre, 2010

¿Pueden leer los bebés?
María Graciela Bautista.
Lectura en voz alta (primera infancia)
Relaciones entre lectura desde la cuna, apego y calidad de vida posterior.
Ma. Angélica Kotliarenco
CAFÉ
Potenciando ambientes de aprendizaje desde los primeros años de vida.
María de la Luz Cano
El libro sin palabras
Soledad Véliz
Mesa redonda: la lectura como práctica social
- Delphine Jutier
- Soledad Véliz
- María Graciela Bautista
Preguntas y comentarios

VALOR INSCRIPCION
Profesionales $20.000.-
Estudiantes $ 8.000.-

INSCRIPCIONES EN:
http://inscripcion.ceanim.cl/
INFORMACIONES EN:

8.20.2010

El crucial impacto del jardín infantil en los niños

(Revista Ya, martes 3 de agosto, 2010)
Análisis de economistas, médicos, psicólogos y educadores:
El crucial impacto del jardín infantil en los niños.


Desde un mejor desarrollo del lenguaje hasta un aumento de su éxito económico en la adultez, pasando por mayores logros académicos. Así de determinante sería para un niño acceder a la educación preescolar, dicen estudios y especialistas. La mejor edad: los dos años, pues ahí el cerebro está en su momento ideal para aprender habilidades cognitivas y sociales. Ésa es la labor del jardín. El resto -entregar afectos, crear hábitos, reforzar lo aprendido- sigue siendo responsabilidad exclusiva de la familia.
Por Magdalena Andrade N. Fotografías: Carla Dannemann. La voz de Ruth Castillo se escucha, potente y acogedora, dentro de la sala:
-A guardar, a guardar, los animalitos en su lugar -canta, moviéndose entre las colchonetas donde sus once alumnos -once niños y niñas entre uno y dos años de edad- juegan al zoológico. Y los once niños y niñas, que minutos antes estaban absortos en el juego, responden a la orden y se paran, recogen las jirafas, los elefantes, los tigres, las vacas, los perros y los carneros para depositarlos en el canasto rojo que dice "animales". Nadie rezonga. Nadie llora. Nadie se queda atrás.
Son las 8.45 de la mañana en la sala cuna mayor del jardín Campanita, pero aquí nadie tiene sueño. Todos saben que viene la hora de la leche, y que para recibir su mamadera necesitan que la sala esté limpia y ordenada.
-Hay muchas mamás que se quedan mirando por la ventana y que dicen: "En la casa ellos jamás se portan así". Y eso pasa porque aquí en la sala hay cariño, pero también reglas. Aquí saben qué es lo que hay que hacer -dice Ruth Castillo, una de las tres técnico-parvularias que esta mañana cuidan a los niños y que lleva más de 25 años trabajando en el sistema preescolar.
El jardín infantil y sala cuna Campanita, dependiente de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), es una casona amplia, con palmeras y juegos infantiles en el patio, construida al lado de un colegio en la villa Eduardo Frei, en Ñuñoa. Entre los 134 niños que recibe cada día hay hijos de vecinos del sector y también de poblaciones cercanas como Santa Julia, Lo Hermida, La Faena y Cousiño Macul, conocida porque ahí fue donde se crió el "Cisarro". Recibe, también, a hijos de nanas de otras comunas que vienen a trabajar a Ñuñoa; hijos de cajeras de supermercado; hijos de vendedoras de almacén; hijos de estudiantes universitarias y de mamás adolescentes.
Al jardín, los niños vienen no sólo a ser cuidados durante las ocho horas que pasan aquí. No sólo a recibir tres de las cuatro comidas diarias que necesitan. No sólo a ser estimulados por las educadoras, que hacen con ellos actividades para desarrollar las áreas de lenguaje, cálculo y orientación espacial. También comparten con otros niños, compiten por ser escuchados y desarrollan habilidades fundamentales para su vida de adultos: aprender a escuchar, a esperar, a recibir órdenes, respetar límites y a tolerar la frustración. Algo que muchas veces les cuesta aprender en la casa.
En los últimos veinte años, la evidencia internacional muestra que el impacto de la educación preescolar -desde los 0 a los 4 años- trae importantes efectos futuros en el desarrollo del niño. El economista James Heckman, investigador de la Universidad de Chicago y Premio Nobel de Economía en el año 2000, lo resume así: por cada dólar invertido en enseñanza preescolar hay un retorno de ocho dólares cuando ese niño se convierte en adulto.
En Chile, el economista de la Universidad de Chile Dante Contreras -hoy uno de los directores ejecutivos del Banco Mundial- publicó en 2008 un estudio realizado junto con otros dos investigadores entre estudiantes de segundo medio que rindieron la prueba Simce. Al analizar a aquellos alumnos que en su infancia fueron al jardín infantil versus aquellos que no lo hicieron, quienes sí tuvieron educación preescolar presentaban entre 7,4 y 8,8 puntos más en el Simce de matemáticas que sus compañeros, y entre 5,8 y 6,6 puntos más en el de lenguaje.
-La evidencia empírica muestra que es en edades tempranas cuando los niños desarrollan todas las conexiones sinápticas que derivarán en su capacidad de aprendizaje futuro. Muchos de estos procesos ocurren desde el embarazo hasta el primer año de vida y luego en la edad preescolar, un momento potente para desarrollar habilidades cognitivas, como aprender un lenguaje y operaciones matemáticas, y no cognitivas, como autoestima y disciplina -explica el investigador. Y agrega que, en términos económicos, la inversión del futuro debería ser la educación preescolar.-El retorno más rentable, económica y socialmente, es la educación temprana. El menos rentable, la capacitación.
El acceso a sala cuna y jardín infantil permitiría que los niños más pobres llegaran a la etapa escolar en igualdad de condiciones que aquellos de sectores más acomodados, donde existen más posibilidades de que sean estimulados en sus habilidades desde que nacen. Pero la sala cuna y el jardín tiene beneficios para los niños de familias con más recursos que también impactarán en su desarrollo futuro: el aprendizaje de la socialización, dice Dante Contreras.
Lo que se aprende en el jardín
En las ocho horas que la técnico-parvularia Ruth Castillo trabaja con los niños y las niñas de la sala cuna mayor del jardín Campanita, para ellos sólo hay una hora y media de descanso, entre las 13.00 y las 14.30: la hora de la siesta, luego del almuerzo, para reponer energías. El resto del tiempo es pura estimulación: sólo en una mañana, entre las 9.00 y las 12.30, han jugado, han tocado instrumentos, han participado de una degustación de frutas, han corrido por el jardín, han cantado, han escuchado un cuento, han bailado y hasta han hecho un pequeño ejercicio matemático: calcular cuántas compañeras y cuántos compañeros han faltado hoy a la clase.
-Hay que tenerlos permanentemente en una actividad, y que sea entretenida, para que se sienten y se mantengan concentrados. Sus favoritas son las actividades de psicomotricidad: trabajar con palitos de helados, con botellas, con lo que tengamos a la mano -ejemplifica Ruth Castillo.
Si bien es cierto no existe consenso entre los especialistas sobre cuál es la edad ideal para comenzar con la educación preescolar -hay algunos que sostienen que ojalá no sea antes de los dos años, por el riesgo de contraer enfermedades, mientras otros apuntan a que, si el niño tiene buena salud, podría comenzar en cuanto termine su período de amamantamiento- sí existe acuerdo en que los dos años es la edad clave para desarrollar tanto habilidades cognitivas como sociales en el jardín infantil.
Las habilidades cognitivas, porque en estos momentos el cerebro está en un punto alto de plasticidad cerebral, que permite a los niños absorber todos los conocimientos que tengan a su alcance.
-Los estudios indican el impacto positivo que tiene el apresto, el ensayo, en el desempeño educativo posterior: los niños y niñas que tienen acceso a elementos de pre-lectura (cuentos, letras, diarios, historias, lo que sea que relacione la lectura sin necesidad de leer directamente) están mucho más preparados y muestran mejores resultados a nivel de lecto-escritura en su desempeño posterior -muestra la psicóloga Mónica Peña, coordinadora del Programa de Protagonismo Infanto-Juvenil de la Universidad Diego Portales.
Otro aspecto que se ve favorecido es el desarrollo del lenguaje. El pediatra Francisco Moraga, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, cree que el jardín infantil es el mejor aliado a la hora de que los niños aprendan a hablar más rápido que si sólo estuvieran en la casa. Y esto tiene una razón lógica: en su casa, el niño adquiere una forma de comunicarse con su familia que muchas veces está basada en otros signos que van más allá del lenguaje verbal y que reemplazan a la palabra. En el jardín, en cambio, para conseguir lo que quiere, el niño tiene que hacer su mejor esfuerzo para ser entendido, y ese esfuerzo significa expresarse a través del lenguaje verbal.
En el ámbito de las habilidades sociales, los dos años son clave, ya que es en este momento cuando los niños comienzan a ponerse agresivos con sus pares, y deben aprender a controlarse.
-Un estudio realizado por el investigador canadiense Richard Temblay descubrió que los dos años es la edad en que los niños tienen mayor agresividad hacia el otro. En ese momento es cuando hay que empezar a trabajar con su capacidad de autorregulación, de respetar y aceptar límites de los adultos. De desaprender la agresividad -explica la psicóloga infanto-juvenil Loreto Vera, especialista en educación temprana y buen trato de la dirección metropolitana de la Junji.
También es un buen momento para que aprendan a tolerar la frustración, agrega el pediatra Francisco Moraga. La edad preescolar es la época precisa para que el niño aprenda a obtener lo que quiere a través del transar con sus compañeros, del respetar sus tiempos y de reducir los conflictos.
-Eso no significa que un niño, por no ir al jardín, sea frustrado; pero puede tener más dificultades para adaptarse.
Todas estas tareas que estimula el jardín deben ser replicadas por los padres en casa. El problema es que muchas veces a los padres les cuesta ponerlas en práctica.
-Se supone que el proceso de estimulación de un niño debería ser un 30 por ciento responsabilidad del jardín y un 70 por ciento de los padres. Pero nosotros tratamos de dejar un 40 por ciento en la casa y hacer un 60 por ciento acá. Sobre todo para que los papás no se sientan muy culpables -cuenta Ruth Castillo, del Jardín Campanita. Ella lo ve mucho entre sus niños: sabe que hay muchos que cuando vuelven a la casa, la única actividad que tendrán hasta que se acuesten será estar frente a la pantalla del televisor.
Que el niño asista al jardín infantil, dice la psicóloga Loreto Vera, no es sinónimo de que lo que aprenda ahí no sea replicado dentro de la casa. Y esa también es labor del jardín infantil: trabajar con la familia para que aprenda a estimular a su hijo y a entregarle afectos.
-El jardín también debe trabajar en el fortalecimiento de la relación entre padres e hijo. Y a las familias hay que reencantarlas y orientarlas en este proceso, porque muchas veces se pueden ver sobrepasadas con la crianza.
No es difícil estimular a un niño, dice la psicóloga Mónica Peña: debe darse de manera espontánea. Frases como: "Mira qué lindo el árbol"; "Mira ese perro"; "Mira qué lindo ese gato blanco" son una forma de presentarles a los niños el mundo sin necesidad de tener una formación ni materiales especiales.
Para el doctor Francisco Moraga, la imposición de hábitos y límites debe seguir siendo tarea exclusiva de los padres:
-Los padres deben enseñarles a los hijos a confiar en ellos. Cuando van al jardín, los niños están en plena época de individuación, aprendiendo a oponerse e imponerse, y eso es normal. Pero en la casa, cuando lloran, a los padres les da pena: les dicen, no, no, bueno ya. Se desdicen. El niño, entonces, se confunde; esa confusión los lleva a la duda. Y cuando un niño comienza a dudar de un adulto, qué queda para después.
Quiénes sí y quiénes no Todos los niños deberían tener la posibilidad de asistir al jardín infantil, dicen los especialistas, siempre y cuando el lugar elegido cuente con una infraestructura y un plan de trabajo que le reporte más beneficios que quedarse en la casa. No se quedan fuera ni siquiera los niños con necesidades especiales: los jardines infantiles de la Junji, por ejemplo, cuentan con educadoras diferenciales que los ayudan en su integración. Sin embargo, hay algunas excepciones:
Niños con inmunodeficiencias o condiciones de salud que los pongan en alto riesgo de contraer enfermedades.
Niños con problemas especiales de salud que puedan acarrear situaciones difíciles en el jardín (por ejemplo, niños con colostomías, que requieren elementos externos para hacer sus necesidades, ejemplifica el doctor Francisco Moraga).
Niños con alteraciones del desarrollo severas, como autismo. Para ellos es mejor un jardín un con espacio de estimulación temprana especial, dice la psicóloga Mónica Peña.
La desconfianza en el sistema
A pesar de la evidencia teórica y de que en los últimos años la oferta de educación preescolar se ha duplicado tanto en el sistema público como en el privado, en la práctica todavía hay resistencia de las familias a que sus hijos asistan a la sala cuna y el jardín infantil.
Una encuesta del Programa Pulso, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, realizada entre 2007 y 2008 en 600 madres, determinó que un 38 por ciento de ellas no enviaría a sus hijos al jardín infantil. Algunas razones: que los niños están mejor con la madre; no tener un jardín cerca de la casa o el trabajo; el miedo al contagio de enfermedades y la desconfianza hacia el sistema preescolar.
La psicóloga de la Junji Loreto Vera cree que la falta de información juega en contra a la hora de extender los beneficios del jardín infantil a todos los niños. En materia de cobertura, en los últimos tres años la Junji, como parte del programa "Chile crece contigo" ha masificado su cobertura de sala cunas y jardines en todo Chile. También ha aumentado la oferta privada, por lo que hoy hay más posibilidades de encontrar establecimientos para llevar a los niños.
Que los niños están más expuestos a enfermedades es una realidad, dice el doctor Francisco Moraga, de la Sociedad Chilena de Pediatría. Sobre todo en ciertas épocas del año, como el invierno, el riesgo de enfermarse es mayor que el beneficio que reportaría asistir a una sala cuna, en el caso de las guaguas. Por eso, él recomienda asistir a partir de los dos años. Otra mirada tiene la psicóloga Mónica Peña, de la Universidad Diego Portales: es normal y esperable que los niños se resfríen en el invierno, o que se enfermen del estómago, pero hay muchas mamás que sienten culpa cuando esto sucede, y que lo asumen como una responsabilidad de ellas; por eso prefieren mantener al niño en casa.
La desconfianza hacia el sistema es un área en que la Junji está trabajando, dice la psicóloga Loreto Vera. Junto con entregar una mayor capacitación en buen trato a sus profesionales, en este organismo también hay una oficina que fiscaliza a las educadoras en su trabajo con los niños, además de investigar todas las denuncias de posibles malos tratos o negligencias en su labor. Por su parte, Mónica Peña asegura que en los últimos años las educadoras están cada vez mejor preparadas para recibir a los niños: el jardín ha ido transformándose de una guardería a un espacio de desarrollo integral infantil.

Por Magdalena Andrade N.