(el mercurio o nline, marzo 2011)
Wolfgang Tietze, experto alemán en educación inicial:
"Los papás sobreestiman lo que aprenden sus hijos en la educación preescolar"
Por eso es necesario establecer estándares de calidad objetivos y agencias independientes que los evalúen, dice el académico que estuvo en Chile hablando de cómo mejorar esta enseñanza.
Pamela Elgueda Elegir un buen jardín va más allá de observar lo seguro del edificio, el verde de los patios o la comodidad de las salas. Porque la calidad de la enseñanza preescolar pasa por el tipo de interacciones que las educadoras establecen con los niños y las que los mismos párvulos construyen entre ellos.
Así lo recalca Wolfgang Tietze, experto mundial en educación preescolar y quien como académico de la Universidad Libre de Berlín, Alemania, ha investigado cuáles son los estándares de una buena enseñanza inicial. "Lo complejo de esto es que no lo puedes evaluar llenando un cuestionario. Tienes que ir al aula y observar", explica.
Una evaluación que, además, no puede hacer cualquiera, y que incluso es difícil para los padres: "Ellos sobreestiman dramáticamente lo que aprenden sus hijos en la educación preescolar", afirma Tietze, lo que hace difícil que puedan determinar si la enseñanza preescolar que están recibiendo sus niños es buena o no.
De ahí, dice, la necesidad de establecer estándares de calidad que sean consensuados por los actores de la educación inicial, que tengan una base en el conocimiento científico, que vayan de la mano de la evidencia empírica y que se relacionen con la realidad del país.
Favorecer desarrolloWolfgang Tietze estuvo en Chile para exponer en la conferencia "Experiencias internacionales exitosas: ¿cómo mejorar la calidad pedagógica en nuestros jardines infantiles?", organizada por la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) y EducaUC.
Ahí explicó que la calidad de enseñanza preescolar se define "por las interacciones significativas que se dan entre los párvulos y las educadoras, y que favorecen el desarrollo cognitivo, motor, emocional y social de los niños".
Para graficar a qué se refiere esta definición, el investigador pone un ejemplo: "Los niños están pintando y uno de ellos se para a mostrarle su trabajo a la profesora. Ella lo mira y le dice que está muy bien, pero que debe volver a su asiento. Ahí el lenguaje se usó para disciplinar. Y eso es muy distinto a observar el dibujo y aprovecharlo para hacerle preguntas al niño acerca de lo que hizo, de la historia detrás de su dibujo".
La evaluación de esta forma de enseñar, dice Tietze, se debe encargar a agencias independientes "que tengan un compromiso de reportar de forma independiente el estado de la enseñanza en los centros".
Además, recalca, la información debe ser pública y estar disponible para los padres.