Discurso realizado por Verónica García, Psicóloga, en representación de la primera generación del Diplomado en Promoción de una Parentalidad Positiva.
CEANIM, 2011.
ESTIMADOS:
• MARIA ANGELICA KOTLIARENCO, Directora Ejecutiva de CEANIM
• ESTEBAN GÓMEZ y MAGDALENA MUÑOZ, Profesores Coordinadores
• PROFESORES INVITADOS
• COMPAÑEROS DE PRIMERA Y SEGUNDA GENERACION
• FAMILIARES Y AMIGOS
Cuando fui invitada a participar del Diplomado de Parentalidad Positiva nunca imaginé que éste, significaría un viaje a lo más profundo de mis creencias y emociones respecto de los cuidados familiares, en donde, a través de los pocos años de desempeño de mi profesión, me he encontrado con una variada gama de interpretaciones de lo que para cada persona significa ser padres.
En esta revisión teórica realizada durante el año 2011, hemos apreciado las dificultades que día a día muchos padres y cuidadores deben enfrentar para otorgar los cuidados básicos necesarios y permitir un desarrollo adecuado para sus niños. Muchos factores influyen en esta tarea, siendo los de principal atención los relacionados con los riesgos que pueden llegar a perjudicar el proceso de organización y estabilidad emocional dentro de las dinámicas familiares.
El compartir nuestras experiencias de forma interdisciplinaria, nos permitió apreciar y valorar la labor de nuestros colegas psicólogos, asistentes sociales, enfermeras, mediadores familiares, educadores, entre otros, cuya principal intención ha sido aportar desde los propios conocimientos, siendo lo más importante visualizar una intervención en conjunto y hacia un solo propósito: mejorar la calidad de vida de estas familias.
En este diplomado no sólo hemos aprendido desde lo profesional, sino que nos ha permitido revisar a partir de nuestras experiencias familiares la importancia de los primeros años de vida de cada ser humano. Cada uno de nosotros tiene una experiencia propia, sin embargo, tenemos en común la presencia de adultos, padres, madres, familiares o cuidadores, que han intentado velar por nuestro crecimiento desde lo emocional y lo valórico, lo cual en la actualidad nos permite involucrarnos en el quehacer de otras familias que buscan o necesitan ayuda, y a su vez responder a sus necesidades.
Cada uno de nosotros desempeñó distintas labores desde la práctica, algunos desde sus propios lugares de trabajo, otros nos insertamos en temáticas y mundos a los que nunca nos habíamos enfrentado, lo cual enriqueció no sólo nuestra experiencia profesional, sino también nos enriqueció desde lo personal.
Muchos de nuestros compañeros se vieron enfrentados a sus propios miedos e inseguridades respecto de su desempeño como padres y madres, otros nos vimos enfrentados al deseo de querer serlo o simplemente de darse cuenta que aún no es el momento. Sin embargo, todos concordamos en que el ser padres y madres o el asumir el cuidado de un niño es sinónimo de un gran desafío.
En este sentido, es necesario agradecer a nuestros profesores, en especial a Magdalena y Esteban, quienes se permitieron compartir sus propias experiencias como padres, además de enviarnos permanentemente y de forma implícita mensajes valóricos respecto de la importancia de la familia tanto nuclear como extensa en el desarrollo de los hijos.
De esta forma, a la segunda generación del Diplomado de Parentalidad Positiva, versión 2012, los invitamos a disfrutar de este viaje, el cual desde lo teórico les permitirá nutrir su desempeño profesional y desde lo personal les otorgará el regalo de mirar hacia el interior de sus propias familias, además de entender, valorar y quizás perdonar el actuar de sus propios padres.
A mis compañeros, agradecerles por compartir sus conocimientos, por generar un ambiente familiar y de amistad en cada encuentro, desearles éxito y felicidad en cada desafío que emprendan y no olvidemos que somos parte de una red de profesionales a la cual podemos recurrir no sólo por trabajo, sino también para vivir un grato momento.
Muchas gracias !!!